24M: Charly García y el uso de la metáfora como método de resistencia

La madrugada del 24 de marzo de 1976, las fuerzas armadas interrumpieron el mandato constitucional de Estela Martínez de Perón, transitando la Argentina uno de los periodos más oscuros y difíciles, conocido como el golpe de estado militar. La Junta Militar tomó el poder, liderada por los tres comandantes de las tres armas; el almirante Emilio Eduardo Massera (Marina), el brigadier Orlando Ramón Agosti (Aeronáutica) y el general Jorge Rafael Videla (Ejército).

Esa misma noche la Junta Militar difundió una proclama a todo el país, donde afirmaba que asumía la conducción del Estado como parte de «una decisión por la Patria», «en cumplimiento de una obligación irrenunciable», buscando la «recuperación del ser nacional» y convocando al conjunto de la ciudadanía a ser parte de esta nueva etapa en la que había «un puesto de lucha para cada ciudadano».

Una característica recurrente en esta época de la historia argentina fue que el estado comenzó a censurar y desaparecer cualquier factor que sea considera una amenaza o que desafiara al poder. Así, el pueblo comenzó a desaparecer sistemáticamente, dentro de las escuelas y universidades se comenzó a imponer una ideología, y se empezaron a prohibir todos los productos culturales y artísticos denominados como subversivos. Es decir, los militares hicieron una «limpieza» en la sociedad.

Uno de los ambientes que más se enfrentó a la dictadura en ese entonces fue el rock nacional. Para los militares el rockero (o la persona que escuchaban ese género) era el “subversivo”, tenía un aspecto de hippie, que era sinónimo de marxista. El rock era rebeldía y libertad, un género que generaba desorden y controversia. Fue así como múltiples artistas y bandas, tanto dentro como por fuera del rock, comenzaron a ser exiliados y desaparecidos, muchos eran amenazados y algunos empezaron a ser censurados, tales como Luis Alberto Spinetta, Mercedes Sosa, María Elena Walsh, León Gieco, Aquelarre, entre muchos otros. Todo esto a causa de manifestarse a través de su música en contra de la dictadura, o de hablar de ciertas cosas de las cuales no podían.

Los encargados del acto de censura eran agentes altamente cualificados y censuraban bajo un estricto plan sistemático, político, de represión y producción cultural. Varios de estos agentes eran abogados, sociólogos, profesores de universidades católicas y, sobre todo, eran especialistas en el área del conocimiento. Sin embargo, con el tiempo, los músicos empezaron a encontrar nuevas formas creativas de disentir y evadir la censura de los militares.

En ese entonces, Charly García comenzó a destacarse por la implementación de las metáfora dentro de sus canciones, y así es como múltiples de ellas, tanto formando parte de bandas como solista, «zafaron» de la censura de los milicos. A través de ellas expresaba las cuestiones de las cuales no se podía hablar, de la represión, de la censura, de los desaparecidos, entre otros. Una de las canciones más destacas es “Canción de Alicia en el país”, ya que García se aferra a el libro «Alicia en el País de las Maravillas» para compararla con la situación de ese entonces, ya que lo que sucede en la historia es algo muy similar a lo que dice la canción.

Podemos decir que aunque Alicia viva en un país que se llame “el País de las Maravillas” no todo es tan maravilloso como se dice o se cree. La Reina Roja es uno de los miedos del País de las Maravillas, ya que ella está por arriba de todos, y tiene el poder de hacer lo que quisiese con todo y todos. Además, podemos decir que todo lo maravilloso que había en ese país lentamente fue desapareciendo. Podemos comparar a la Reina Roja con los militares, a Alicia con los “subversivos” (ya que ella era una persona muy odiada por la Reina Roja), y a Argentina con el País de las Maravillas.

“Canción de Alicia en el país”, “No llores por mí, Argentina”, “Desarma y sangra”, “Encuentro con el diablo”, “Los sobrevivientes”, “No me dejan salir” y “Los Dinosaurios” son algunas de las tantas canciones compuestas y escritas por Charly García que no fueron censuradas porque ocultaba mensajes gracias a el uso de la metáfora. Gracias a la resistencia y la revolución de libertad que el rock transmite desde sus principios, García se aferra a ello, usándolo como un escudo y convirtiéndose en un referente nacional gracias al uso de las metáforas dentro de sus composiciones, representando a todos aquellos que eran censurados y que no podían expresar lo que sentían, creían y veían.

A pesar de la prohibición de libertad de expresión que el Proceso de Reorganización Nacional produjo en ese entonces, Charly lograba transmitir lo que sentía. La rebeldía y las formas de decir lo que Argentina atravesaba en ese entonces se fusionaron, buscando de alguna forma como protestar sigilosamente hasta encontrarlo. Buscando en sí la manera de transmitir mensajes sin que los militares lo descubran, y así poder encontrarse con las personas que buscaban el fin de la libertad por la democracia y la soberanía Argentina. Y con el tiempo, con el fin de la dictadura en 1983, Charly García fue reconocido como un referente de resistencia, ya que fue muy importante para la liberación del país, muchas personas se volcaron en él y en sus canciones donde expresaba lo que tantos argentinos vivían. Era necesario que en ese entonces haya un referente que guíe e identifique a ese gran cantidad de personas que estaban calladas y censuradas por el gobierno.

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