«Libere a mi hijo, no es un asesino»

Esto decía la madre de Diego, el joven imputado por atropellar y matar 2 ladrones. Casi 300 personas se convocaron frente al CJP para reclamar por su libertad.

El pasado jueves, Diego de 25 años atropelló y mató a dos ladrones tras robarle su mochila, en la cual llevaba dinero. Debido a esto fue detenido el sábado a la expectativa de lo que decidiera Fiscalía, que determinaría si se lo imputará por asesinato.

Esto causó gran repercusión entre familiares, amigos y seguidores del caso, que se reunieron el sábado frente a Centro de Justicia Penal (CJP), donde se reunieron casi 300 personas para reclamar por justicia y la libertad de Carlos. «»Libere a mi hijo, no es un asesino«.

El clima aquí era más hostil hacia los funcionarios judiciales. Vivimos a unas cuadras de donde pasó todo, nos cansamos de denunciar a esa moto roja en la que iban estos dos ladrones en sus robos constantes por el barrio. A cada uno de los que está acá nos robaron nuestra casa o nos sacaron el celular o la cartera. Estamos hartos, dijo a coro una familia. Otro manifestante se preguntó “¿qué función cumplen jueces y fiscales? y ¿por qué no hay una justicia pareja?”.

Si tres son multitud, los 300 que se terminaron agolpando frente a los tribunales penales ya eran un mundo. Gritaban, aplaudían usando las manos como martillos. Incluso en un momento, mientras transcurría la audiencia, se formó una asamblea popular en la que frente a un micrófono todos podían hablar. Queremos que liberen a Diego. Es un chico de trabajo que como cada uno de nosotros está a merced de ladrones, dijo una mujer. No soportamos más esta Justicia, sintetizó otra.

Familiares de Diego le escribieron una carta y una allegada la leyó frente a la multitud. Viviste la crisis de 2001, estudiaste, trabajaste sin cesar, fuiste un excelente alumno, solidario. Buen tipo, tranquilo. Rompieron la ventanilla de tu camioneta y tu hermanito pensó que te habían matado. Solo te protegiste y perdiste el control de la chata. No sos culpable, decía el texto. Luego de ser leída esta carta familiares del chico lloraron abrazados.

Según contaban ayer Diego C. vive en calle Amuchástegui con la nueva familia de su padre, compuesta por la pareja de éste y tres hermanos. Su madre, Miriam, se mantuvo en silencio durante toda la manifestación, al igual que la pareja de su padre. La familia es propietaria de una empresa metalúrgica y un matrimonio al que la fábrica provee y que se e acercó a la plaza lo definió como un chico responsable y tranquilo, un gran trabajador. No sabemos qué pasó por su cabeza pero sabemos qué clase de persona es.

¡Mi hijo es trabajador, no se merece esto, no puede ser señor juez. Me voy a morir si mi hijo va preso. Ayúdeme, señor juez. Mi hijo es un chico bueno. Somos gente trabajadora y humilde. Ayúdenme!, gritó y lloró Miriam.

Abordado por la prensa al término de la audiencia, el fiscal Patricio Sadutti opinó sobre esas manifestaciones. “Entiendo el contexto y la situación; soy parte de la sociedad pero mi función como fiscal es una función orgánica del Poder Judicial y en base a criterios de objetividad. La presión social siendo funcionarios no debería hacernos mella en ningún sentido. Por supuesto que influye pero siempre nos apegamos a la objetividad y haciendo el mejor trabajo posible, no podemos escuchar el humor social para resolver en una causa, argumentó el fiscal.

Fuente: https://www.lacapital.com.ar/policiales/libere-mi-hijo-no-es-un-asesino-clamo-la-madre-diego-c-la-audiencia-imputativa-n2653319.html

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