El peor país para vivir

Bangladesh es un país del continente asiático, con 148.460 km² de superficie y 166.3 millones de habitantes. De esta manera es uno de los países más densamente poblados y cuenta con unas cifras de contaminación ambiental aterradoras.

El país bengalí cuenta con 1.127 habitantes por km², siendo el séptimo país más densamente poblado del mundo, solo por detrás de microestados como Macao, Mónaco, Singapur y Hong Kong. Además, su capital, Daca, cuenta con 44.500 personas por kilómetro cuadrado, lo que la cataloga como la novena ciudad más poblada del mundo.

La gran concentración de habitantes en este pequeño país genera que sus ciudades, como su capital Daca, sufran un gran colapso. Los sistemas de transporte y medios de producción generan, a su vez, una gran emisión de dióxido de carbono a la atmosfera, lo que genera daños perjudiciales a la salud de sus habitantes, además de contaminar a su principal río que es uno de los más contaminados del globo.

Bangladesh basa su economía en el sector primario (la agricultura y la ganadería), aunque su principal fuerte es el sector secundario, con la industria textil encabezando la lista. Este ultimo cuenta con más de 7 mil fabricas, muchas de proveedores y otras propias de empresas extranjeras como H&M, Jack&Jones, Primark, Marks&Spencer, GAP, Adidas y Nike, entre otras.

La popularización de esta industria en el país asiático se debe, principalmente, a los bajos costos de producción y a la mano de obra barata que ofrece este destino. Mientras tanto, estas fabricas no toman en cuenta los problemas medio ambientales y generan efectos colaterales en el ecosistema bengalí.

El principal río de su capital, el río Buriganga, cuenta con una sobreexplotación por vertientes de desechos de las industrias, desechos tóxicos, falta de saneamiento y una mala costumbre social de arrojar la basura al río. Esto provocó la falta de vida en la fauna del río y que existan altos niveles de cromo, un agente cancerígeno, en este.

En el aire, según un informe presentado por la Universidad de Stanford, cada fabrica emite 53 toneladas de CO2 por temporada. Y, finalmente, los alimentos producidos en este país sufre los anteriores puntos desarrollados, que generan que la tierra de este país sea poco fértil y los pescados de los mercados sean recogidos en los vertederos donde, mayoritariamente los recolectores encuentran a estos ya muertos y flotando en el río.

Recientemente, un estudio publicado por Prensa Latina arrojó que más de 35,5 millones de niños bengalíes tienen aproximadamente 8 microgramos de plomo en sangre, el doble del nivel establecido por los Centros para el Control y Prevención de Enfermedades de Estados Unidos. Esto traerá perdidas de habilidades potenciales en próximas generaciones, a menos que se tomen medidas contra ello.

La inseguridad, por otro lado, es una gran problemática que día a día perturba a este país. Bangladesh tiene una tasa extremadamente alta de delitos, tanto menores como violentos, aunque se trata principalmente de delitos menores callejeros. Los principales riesgos de inseguridad se corren con los carteristas, estafas y asaltos, mientras que otros potenciales riesgos se corren en los medios de transporte públicos o por potenciales ataques terroristas. Además, el grupo que más riesgos corre en este país es el de las mujeres turistas.

Los índices de inseguridad de este país están muy por debajo de países como Argentina y Albania, reconocido como uno de los más peligrosos de Europa, aunque es más seguro que Argelia y Angola, ambos países africanos.

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