La gran derrota social de Argentina
Tras conocerse los resultados de las últimas elecciones presidenciales, quedó evidenciado en gran medida cuales son las preferencias que la sociedad argentina tiene para con su dirigencia política.
La victoria de Sergio Massa, tras haber quedado en tercera posición en las PASO, sorprendió a propios y extraños, abriendo el camino al tercer ballotage que tendrá la historia política de nuestra nación. Sin embargo, su victoria nos dejó un mensaje que despierta en cabeza de muchos la siguiente duda: ¿Es realmente mejor el malo conocido que el bueno por conocer?
La campaña electoral de Massa fue, en esencia, una campaña de terrorismo contra un rival outsider que postulaba un modelo de estado liberal con tintes conservadores, haciendo campañas de publicidad tergiversando las propuestas de Javier Milei, amenazando a la ciudadania con el fantasma de un hipotético gobierno autoritario.
Si bien, por su parte Milei también llevo a cabo una campaña agresiva, sus argumentos fueron otros, atacando al actual ministro de economía que logró lo impensado: poner a la Argentina más de rodillas de lo que ya estaba. Por lo que, su campaña no ha de ser comprendida como una de terrorismo al fiel estilo que la de su contrincante, sino como una de cansancio hacia un modelo objetivamente decadente.
La derrota social de Argentina debe ser vista desde el siguiente punto de vista: la sociedad es tan dócil y se encuentra tan tétricamente adoctrinada, que es capaz de elegir al malo conocido que bueno por conocer, se abraza a su fatal realidad con el fin de evitar ser víctima de un futuro distinto. No obstante, ello es resultado de años de decadencia social, donde la grieta fue ampliamente marcada hasta llegar a un punto de no retorno.
Por delante queda una gran variedad de elementos a tomar en cuenta para el análisis, pero para ello se deberá tener cautela y esperar los resultados de noviembre. En tanto, los resultados del ballotage serán decisivos y marcaran el futuro de una nación sumida en el revanchismo, en el miedo y, en gran medida, bajo la sumisión del poder que las arcas del gobierno oficialista arremete sobre las minorías, los habitantes bajo el umbral de la pobreza, los analfabetas y los negociados.
Por lo tanto quedará la siguiente disyuntiva hasta conocer el destino de la nación, ¿Hará, la sociedad, caso omiso a la campaña de terrorismo de Sergio Massa, o se dará el lujo de conocer un nuevo modelo de estado sin precedente en la República Argentina?
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