Protestas en Irán por los derechos de la mujer

Irán vive, desde el año 1979, bajo una república islámica, donde entre tantas cosas alegan a la no libertad de expresión y atropellos sobre los derechos de la mujer.

Desde el 7 enero de 1978 hasta el 11 de febrero de 1979, se llevó a cabo la revolución islámica, donde derrocaron a la dinastía imperial de Pahlavi, que respondía a los intereses monárquicos iraníes y a la tradición persa del país.

Tras esta revuelta, se impuso una republica islámica, que cuenta con una ley propia que hace de esta forma de gobierno algo muy peculiar. Entre tantas cosas, la cuestión religiosa es lo que más caracteriza a ésta.

En Irán, antes de la Revolución Islámica de 1979, no existía el estricto código de vestimenta que actualmente obliga a las mujeres, por ley, a llevar el velo y ropa modesta «islámica», por ejemplo, lo que trae testimonios muy crudos de mujeres que residen en el estado de oriente próximo.

«Irán era un país liberal. A las mujeres se les permitía vestir lo que querían», cuenta  Rana Rahimpour, presentadora iraní-británica del servicio persa de la BBC.

Su testimonio nos compete el día de hoy, ya que en dicho territorio se están llevando decenas de manifestaciones, donde el estado islámico de Irán exclama que no tendrán clemencia ante quienes se movilicen, dejando un legado de 40 muertos hasta este momento.

Las agitaciones en este país se originan tras el asesinato de Mahsa Amini, la semana pasada, tras ser arrestada por la rama de la Policía que vela por el cumplimiento de las normas de moral islámicas.

Amini, de 22 años, fue detenida en Teherán por presuntamente llevar mal puesto el velo con que las mujeres deben cubrirse la cabeza y el pecho en los estados donde rigen las leyes islámicas.

La joven perdió la consciencia en la comisaría y murió tres días después en un hospital, al que llegó en coma. La Policía dijo que tuvo un infarto de miocardio, pero su familia descree y señala que no tenía antecedentes cardíacos, y que apenas tenía 22 años.

Las protestas son lideradas por mujeres y sectores reformistas, que abogan por una relajación de la naturaleza religiosa del Estado, y derivó en llamados a derribar clérigos no electos que gobiernan el país.

La Policía reportó más de mil detenciones y el Gobierno pidió a la Justicia que procese rápidamente a los responsables de disturbios. Además, este último, no se tardó en señalar que las manifestaciones que se están llevando a cabo en su territorio son provocadas por actores exógenos.

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