Se agrava la bajante del río Paraná y se acelera la importación de energía

La cuenca atraviesa la peor sequía desde 1944, lo que llevó a su caudal a ubicarse, en promedio, tres metros por debajo de lo normal.

La inédita bajante que presenta el río Paraná, que podría superar en los próximos meses la marca histórica de hace 77 años, llevó a su caudal a ubicarse, en promedio, tres metros por debajo de lo normal. Las últimas lluvias registradas no resultaron significativas para modificar la situación, mientras el Instituto Nacional del Agua destacó que “no se prevén grandes cambios” en la situación climática de sequía hasta finales de noviembre de 2021 y donde “se acentúa la previsión desfavorable”.

Mientras la represa de Yacyretá trabaja al 50 por ciento de su capacidad, se acelera la importación de energía para suplir la demanda y a la par se incrementan los costos logísticos para exportar granos en el Gran Rosario, con una pérdida estimada para el sector entre marzo y agosto de poco más de u$s350 millones.

Según explican desde el sector energético, la bajante del Paraná ya está afectando fuerte la operación de las centrales hidroeléctricas de Yacyretá y Salto Grande, lo mismo con el funcionamiento de las plantas termoeléctricas de esa región. La situación puede volverse crítica en los próximos meses de cumplirse las proyecciones climáticas que ya indican una profundización en la bajante.

La represa hidroeléctrica de Yacyretá está operando con 12 de sus 20 turbinas, lo que significa una reducción en la generación de energía de un 50%, ya que está generando en la actualidad por debajo de los 1.100 Mw, apenas un tercio de su capacidad técnica instalada de 3.200 Mw. En tanto, el caudal del Paraná tiene registros mínimos diarios de hasta 5.500 m3/s por la persistente escasez de precipitaciones, cuando el caudal medio histórico para junio y julio es de 14.200 m3/s.

Mientras tanto, las estadísticas del INDEC muestran a las claras que la importación de energía no para de incrementarse y hasta julio acumula u$s3.000 millones en los primeros siete meses del año, lo que representa un incremento del 76 por ciento respecto al mismo periodo del 2020. De esta manera, en lo que va del año se observa un déficit acumulado de u$s715 millones ya que las exportaciones crecieron 8,6%, según el análisis del Instituto Mosconi.

En paralelo, las exportaciones agroindustriales desde los puertos del sur bonaerense alcanzaron 2,5 millones de toneladas durante agosto, el mayor volumen mensual desde que se tiene registro, como consecuencia de la bajante del río Paraná, según informó la Bolsa de Comercio de Rosario (BCR). Los despachos desde estas terminales representaron el 24,2% de todos los embarques nacionales, muy por encima de lo habitual. Por las complicaciones en la zona de Rosario, los puertos de Bahía Blanca y Necochea/Quequén se transformaron en la vía de salida al mundo de esa producción agrícola.

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