El Futuro Gabinete de Maximiliano Pullaro

Maximiliano Pullaro se enfrenta al desafío de la formación de su gabinete y a la preservación de la mayoría en el Senado de Santa Fe, en un esfuerzo por mantener el equilibrio y satisfacer las demandas de sus aliados.

Maximiliano Pullaro se enfrenta al desafío de la formación de su gabinete y a la preservación de la mayoría en el Senado de Santa Fe, en un esfuerzo por mantener el equilibrio y satisfacer las demandas de sus aliados.

Santa Fe, se encuentra en un momento de definiciones cruciales. En el epicentro de esta coyuntura se encuentra Maximiliano Pullaro, el gobernador electo, quien debe forjar alianzas con los diversos sectores que conforman Unidos para Cambiar Santa Fe y, en particular, con el Partido Socialista, conocido como el «partido de la rosa». Los desafíos son enormes, y la toma de decisiones respecto a la composición de su gabinete es una de las tareas más apremiantes que enfrenta.

Dentro del seno del socialismo, circulan especulaciones sobre quiénes ocuparán las carteras clave de Salud y Cultura en el futuro gobierno de Pullaro. Mientras algunos rumores apuntan a nombres concretos, el partido se muestra cauto y enfocado en negociar «la política, no los cargos». Es evidente que el gobernador electo reconoce a la UCR, al PRO y al socialismo como actores mayoritarios en su coalición, lo que les confiere la posibilidad de influir en la selección de ministros y ministras.

Sin embargo, la interna del partido de la rosa agrega una capa adicional de complejidad a este escenario. La división en dos sectores, liderados por Clara García y el exgobernador Antonio Bonfatti, se manifestó en las elecciones primarias. A esto se suman otras tribus internas, como las encabezadas por Emilio Jatón, Federico Lifschitz y Alberto Ricci, quienes mantienen una línea directa con Pullaro. Este escenario fragmentado corre el riesgo de diluir la capacidad de negociación de los socialistas.

Para contrarrestar esta amenaza, un sector interno aboga por la estrategia de «negociar en bloque». Reconocen que Pullaro mantiene un extenso tejido de contactos individuales, lo que podría tentarlo a elegir ministros de manera individual en lugar de negociar con las jefaturas. El PRO también experimenta tensiones internas, con discusiones sobre la posibilidad de un radical que colabore con Roald Báscolo en el Ministerio de Trabajo, en lugar de un nombre que se impone por peso propio como Julio Genesinilo, histórico ministro de Trabajo del Frente Progresista que comandó la cartera por ocho años..

La ambición de ciertos sectores del socialismo, como el liderado por Clara García, es asegurarse una silla en la mesa de decisiones de Unidos, considerando que si Pullaro tiene éxito, el poder en Santa Fe se debatirá dentro de esta coalición durante mucho tiempo. También existe un entusiasmo palpable entre los jóvenes intendentes de ciudades intermedias, que ven en este modelo la oportunidad de crear un «santafesinismo» similar al exitoso «cordobesismo». Incluso, algunos especulan con la exportabilidad de este modelo a nivel nacional, especialmente si se da el ascenso de Javier Milei a la presidencia.

El activo más valioso que el Partido Socialista aporta a la mesa de negociación es su capital intelectual. Durante doce años de gobierno provincial y treinta años de gobierno municipal, han forjado una cantera de cuadros técnicos altamente capacitados. Además, líderes de otros partidos que ya tienen asegurada su participación en el gabinete han comenzado a llamar a estos técnicos, reconociendo su valía.

El Partido Socialista insiste en que aquellos que ocupen ministerios deben tener relevancia política y pública. Pullaro ha manifestado su deseo de contar con «un gabinete de gobernadores», y esto podría traducirse en figuras que puedan liderar este proyecto en el futuro.

Como Andrea Uboldi para Salud, una figura que ya lideró esta cartera durante el mandato de Miguel Lifschitz como gobernador. Sin embargo, no se descartan nombres con mas proyección electoral, como Mónica Fein o Enrique Estévez, lo que plantea desafíos adicionales y la necesidad de tomar decisiones estratégicas a corto y largo plazo.

En la cartera mas caliente del gabinete es sin duda el area de seguridad, los nombres que surgen para dirigirla son; Pablo Cococcioni, ex secretario de Asuntos Penitenciarios, el dirigente del PRO Gabriel Chumpitaz y el ex secretario de Seguridad y gendarme retirado, Omar Pereyra.

Otra de las areas que cuenta ya con una figura bastante consolidada es el Ministerio de Hacienda, que liderara segun varias fuentes Pablo Olivares.  Quien cuenta con una larga experiencia en la gestión pública. Durante la gestión de Hermes Binner fue director del área de Recursos y Servicios. Más tarde, en el Gobierno de Antonio Bonfatti ocupó la secretaría de Planificación y Política Económica y con Miguel Lifschitz se desempeñó como secretario de Finanzas e Ingresos Públicos. Actualmente tiene una consultora privada por donde asesora al bloque de senadores provinciales de la UCR.

En otro frente, la conformación del Senado provincial también presenta desafíos interesantes. Lisandro Enrico , encargado del Pullaro para Obras Publicasy Felipe Michlig, elegido ministro de Gobierno, son dos figuras prominentes del radicalismo, han decidido tomar licencia en lugar de renunciar a sus bancas, permitiendo así que sus suplentes, Leticia Di Gregorio y María Paula Salari, ocupen sus escaños temporalmente. Esta maniobra se sustenta en dos argumentos. Por un lado, la representación en el Senado es unipersonal por departamento, lo que dejaría sin voz a dos distritos si no se permite esta transición. Por otro lado, la Constitución de Santa Fe otorga a cada Cámara la autoridad para tomar decisiones respecto a la validez de los títulos de sus miembros.

Este enfoque no convencional busca preservar la mayoría de Unidos en el Senado, la cual es crucial después de 36 años de predominio peronista en la provincia. Los senadores argumentan que su compromiso con el Ejecutivo no debería hacerlos olvidar el respaldo que recibieron de los votantes. Un precedente interesante es el caso del senador nacional Eric Calcagno, quien regresó a ocupar su banca tras una licencia como subsecretario de Desarrollo Regional, a pedido del peronismo, que necesitaba asegurarse un bloque de leales en una votación crucial en 2008.

En definitiva, Santa Fe se encuentra en un dilema, con el Partido Socialista y las internas en la coalición Unidos para Cambiar Santa Fe en el centro de la escena. La composición del gabinete y la preservación de la mayoría en el Senado son dos desafíos complejos que requieren de una negociación hábil y decisiones políticas firmes. El futuro político de la provincia se juega en estas conversaciones, y la habilidad de Pullaro para mantener el equilibrio y satisfacer las demandas de sus aliados será crucial para su éxito y el de Santa Fe.

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