El Gobierno admitió que la inflación puede llegar al 48% este año y que no bajaría del 29% hasta 2024

El Gobierno admitió en el acuerdo con el Fondo Monetario Internacional que la inflación podría alcanzar un nivel de hasta 48% este año, apenas un par de puntos porcentuales por debajo del índice de precios que registró el 2021, de 50,9 por ciento. En ese sentido, también prevé que hasta 2024 el horizonte de desinflación solo pueda ir hasta una cifra apenas menor al 30%, según se desprende del memorando de entendimiento que el Poder Ejecutivo envió al Congreso.

El borrador de un proyecto de ley que será girado al parlamento incluye solamente una serie de documentos adjuntos a la iniciativa, básicamente es la letra chica del programa que Martín Guzmán negoció durante un mes hasta este jueves con los técnicos del organismo, y otros dos artículos de forma.

El borrador especifica que en una primera parte se explicarán “antecedentes y evolución macroeconómica”, en un segundo tramo “marco de políticas y programa económico 2022-2024″ y por último, “monitoreo del programa y salvaguardas”.

La primera parte explica algunas de las medidas tomadas por el Gobierno desde que asumió Alberto Fernández como la reestructuración de la deuda privada y el paquete de anuncios para afrontar el impacto económico de la pandemia, desde comienzos de 2020, junto con las últimas variables macroeconómicas.

En el segundo aspecto, el Poder Ejecutivo explicita cuáles serán los objetivos macro para los años que dure el acuerdo con el Fondo Monetario. Allí se incluyen las proyecciones de inflación previstas hasta 2024. Para el 2022, por ejemplo, el Ministerio de Economía y el equipo técnico del organismo acordaron un rango esperado de inflación que va desde 38% anual en el escenario más optimista hasta 48%, es decir apenas por debajo del IPC de 2021.

Para 2023, por su parte, ese arco de inflación estimada va de entre 34% a 42% anual, mientras que el último año de vigencia de las políticas macroeconómicas consensuadas con el FMI incluiría una suba de precios que tendría un ritmo de entre 29 y 37 por ciento. De esta manera, ni el Gobierno ni el Fondo avizoran una inflación menor al 30% anual al menos hasta 2025.

“El programa implica una reducción de la inflación por medio de una estrategia compuesta por varios frentes: fiscal, monetario y de precios e ingresos. Fortalece la balanza de pagos con políticas dirigidas a incrementar la acumulación de reservas, el superávit comercial, incentivando las exportaciones y el ingreso de capitales de largo plazo, que fortalezcan la posición de Argentina cuando retorne a lo mercados internacionales. Mejorar la sostenibilidad y la resiliencia del crecimiento se dará por medio de transformaciones orientadas a movilizar el ahorro interno, mejorar la eficacia de la inversión pública, e impulsar el desarrollo de sectores transables”, se explica en el borrador.

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