Funes: cómo acompaña el municipio a las familias más vulnerables en este duro invierno
En una ciudad donde no hay comedores populares “porque no hacen falta” ni personas en situación de calle, los operativos se basan en la prevención de problemas. Ignacio Leishner, el secretario de Relaciones Humanas de Funes, tiene a su cargo la conducción y coordinación de la secretaría más grande del municipio, integrada por otras 13 áreas fundamentales para el desarrollo de la localidad.
Detectar situaciones de vulnerabilidad entre la población, que cuenta con 38.274 habitantes, es una tarea fundamental para evitar que, a mediano o largo plazo, se produzcan problemas que afecten a determinadas personas y a la ciudadanía en general.
En uno de los inviernos más crudos que se recuerden en el país, mientras se transita una crisis económica que golpea a casi todos los sectores, la asistencia social debe multiplicarse en casi todas las ciudades. Sin embargo, en Funes, incluso bajo estas circunstancias, las cosas parecen estar bajo control. Al menos así lo afirma Leishner, quien da cuenta de una cantidad de acciones que se ponen en marcha “con un Estado presente que se involucra y no desde el punto de vista asistencialista, sino brindando a la población que más lo necesita herramientas para revertir realidades que pueden ser complejas si no se afrontan a tiempo”.
Prevención: la clave de la gestión
“Prevenir” es la palabra que más utiliza Leishner cuando se refiere a la tarea que su área lleva adelante en conjunto con otras de la municipalidad funense. Eso explica en parte que, aun cuando la localidad está creciendo a pasos agigantados, no hayan tenido que aumentar la ayuda social y se limitan a brindar asistencia con productos alimentarios a un grupo de personas. “Alrededor de 450 a 500 familias reciben esos productos que retiran en forma habitual en los centros predeterminados, y eso es algo que se cubre con fondos del municipio”, señala.
Existen tres centros de distribución en las zonas oeste, centro y este. “Es para casos que tenemos identificados de funenses que no tienen ningún tipo de ayuda, gente sin trabajo o cuentapropistas muy pequeños que dependen de lo que generan en la diaria”, explica el secretario. También hay ayuda especial con alimentos aptos para celíacos a familias que no pueden adquirirlos y algunos de sus miembros tienen ese diagnóstico. “Muchos no tienen la posibilidad de acceder a los productos que se requieren para tratar la enfermedad, y que suelen ser mucho más caros, entonces el Municipio los asiste”.
Registro y seguimiento
“No tenemos comedores populares porque no es necesario. Funes no tiene índices de pobreza ni personas que precisen pedir por la calle, es una ciudad que crece muchísimo, es cierto, pero tenemos identificadas las familias que requieren más atención y apoyo, y con todas las áreas municipales como género, educación, salud, salud animal, inclusión, deporte, discapacidad, entre otras, logramos llegar a la gente antes de que las situaciones se tornen complejas”, plantea Leishner. “Parece que Funes es como un oasis si uno lo compara con otras localidades cercanas, incluso algunas con la misma cantidad de habitantes, pero sucede con la seguridad, logramos dar respuestas y tener las situaciones bajo control”, enfatiza el funcionario.
“Ocuparnos de manera articulada, en red, apoyándonos con las distintas subsecretarías, es lo que nos da este resultado, y el hecho de que nosotros, que estamos a cargo, estamos muy cerca de la gente, en territorio y a la hora que sea”, remarca.
Atentos con las viviendas
“Hoy la problemática más común que se nos presenta es la de vivienda, una dificultad que afrontan miles de personas en la provincia y desde ya a nivel país. A la gente se le hace complicado pagar un alquiler. Como sabemos quiénes están en mayor riesgo, actuamos dándoles herramientas para que, por ejemplo, si en una familia hay gente sin trabajo, y por lo tanto no pueden afrontar los gastos, generamos que puedan conseguir empleo. Si hay alguien que está teniendo consumos problemáticos y por eso no puede trabajar, vamos al foco del problema con salud mental y se hace un seguimiento”, ejemplifica.
“En invierno sabemos que hay oficios que son menos requeridos, como el de los parqueros, por ejemplo, entonces al conocer que a esas personas les bajan muchos los ingresos estamos atentos para ver cómo podemos asistirlos y acompañarlos”, dice.
“A veces se dan situaciones que te muestran la punta del ovillo. Ahí hay que buscar y buscar hasta llegar al punto que causó el problema e intentar solucionarlo. Una denuncia por maltrato animal, para citar un caso que se dio en Funes, nos llevó a ver que ahí había un problema de violencia intrafamiliar y que a su vez tenía mucho que ver con que la persona que sostenía económicamente a ese núcleo se había quedado sin trabajo y eso generó toda una cadena de hechos difíciles. Por eso no hay que minimizar ningún hecho. Nosotros prestamos atención a todo, ese es el compromiso: ayudar para que se revierta, dar herramientas y la asistencia necesaria, y siempre hacer seguimiento”, señaló Leishner.
Ropa para todas las edades
Leishner comentó que el municipio recibe ropa en buen estado y que incluso dentro del área estatal hay personal que se dedica a poner en condiciones las prendas que se donan y necesitan ponerse en mejores condiciones.
“Esto lo publicamos siempre en redes, pero es cierto que a veces la gente no sabe dónde llevar la ropa. Por eso les recordamos que, de manera articulada con la provincial, tenemos dos centros de día, uno en Casita Paysandú (en zona oeste) y la oficina de Inclusión, dentro del edificio municipal donde pueden llevar prendas para todas las edades y nosotros las distribuimos. Además, funciona muy bien el operativo La Muni en tu Barrio. Ahí la gente ya sabe que puede donar cuando el móvil está en su zona”, explica.
Para Ignacio Leishner, la clave que permite mantener alejadas las situaciones de desborde en el marco de esta crisis es el trabajo en red y todos los funcionarios cerca de la gente: “Involucrarse es lo que funciona. Asistir no es dar algo para que todo siga del mismo modo, es buscar el foco del problema para generar un cambio real, persona por persona, familia por familia. Eso marca la diferencia”.