Kast arrasa y Chile gira a la derecha

El Partido Republicano consiguió 23 de las 50 bancas para el Consejo Constitucional y encabezará la redacción de la constitución chilena.

El domingo el país trasandino acudió a las urnas para, nuevamente, elegir a los responsables de la elaboración de una nueva Carta Magna. El partido Republicano, fundado por el ex candidato a Presidente José Antonio Kast, alcanzó el 35,6% de los votos y supero cómodamente el número de 20 consejeros que le permite vetar cualquier texto que salga de las futuras sesiones.

Este escenario le permite al vencedor tejer una mayoría absoluta con los integrantes de Chile Seguro, que contarán con 11 miembros, tras sumar el 21,6% de las voluntades y quedar terceros.

El gran perdedor de la noche fue el frente oficialista, Unidad para Chile, que si bien consiguió el 28% de los votos, implica un importante desmoronamiento para una coalición (en gobierno) de tres partidos, cuyo principal caballito de batalla ha sido la reforma constitucional.

Una vez conocidos los resultados, el Presidente de Chile, Gabriel Boric, y el líder de Republicanos, Kast, comparecieron ante el público.

Boric reconoció la derrota y llamó a los vencedores a “no cometer los mismos errores” y “conseguir grandes acuerdos por nuestra patria”. Llama la atención el hecho de que suplicó a los triunfantes derechistas, a no buscar vendettas, como así había hecho la izquierda tras sus primeras victorias.

José Antonio Kast, por su parte, dedicó la victoria a toda la militancia de Republicanos y expresó que en Chile ganó “el sentido común”, pidió que “nunca más el sectarismo se apode del país” y aseguró que los resultados son “una señal fuerte y clara del rumbo que (los chilenos) quieren para nuestro país”. Sin embargo, hizo hincapié en que “no hay anda que celebrar, porque Chile no está bien”, en relación la crisis de seguridad y migratoria que afronta el vecino país.

El vencedor

José Antonio Kast es un abogado de 57 años que, descontento del rumbo que estaba tomando la Unión Demócrata Independiente (UDI), el partido de centro derecha histórico de Chile que formaba parte de la Concertación, decidió abrirse y fundar su propio partido: Republicanos.

Kast había sido diputado por la UDI desde el 2002, no era un advenedizo en cuestiones políticas. Sin embargo, la Concertación seguía fuerte cuando decidió abrirse y postular por la presidencia, obteniendo el 8% de los sufragios en el año 2017. Contra todo pronóstico no desistió, y lidero un movimiento denominado Acción Republicana que posteriormente derivaría en la fundación del Partido Republicano de Chile, su actual plataforma política.

Tras el estallido social del año 2019, Kast se plantó como un baluarte de la ley y el orden y se convirtió en un férreo opositor a la propuesta de reescribir la constitución. Con la implosión del sistema político chileno, Kast creció en intención de votos a la par de Gabriel Boric, su contraparte de izquierdas.

Si bien fue el candidato más votado en la primera vuelta presidencial, con 27,91%, en el ballotage solo pudo convencer al 44% del electorado, quedando a un paso de la presidencia. Sin embargo, como vimos, Kast no es un hombre que se rinda fácilmente, y tras impulsar el rechazo al nuevo texto constitucional y obtener una apabullante victoria, se posicionó como el principal opositor al gobierno de Chile.

El gobierno de Boric no ha sido sencillo. A las consecuencias del encierro pandémico, hay que sumar el afloramiento de la crisis migratoria en la frontera, el conflicto con los terroristas mapuches en la Araucanía y el incesante aumento de los niveles crimen, dados en un contexto donde el gobierno asumió una posición anti policial y con especial énfasis en correr  a la “mano dura” de la agenda.

Kast, quien no ocupa un  cargo legislativo desde el 2016, ha sabido construir una base política a partir de desencantados de la UDI y votantes independientes, no solo posicionando a los republicanos como la principal representación de la derecha chilena, sino también como una opción totalmente válida para ocupar el Palacio de la Moneda.

El Proceso Constituyente

Tras los disturbios de 2019, en 2020 la sociedad chilena votó por un Congreso Constituyente compuesto por 155 miembros electos directamente, donde la izquierda obtuvo una amplia mayoría.

La Carta Magna elaborada tras 12 meses de deliberación era tan radical que los propios izquierdistas se encontraban avergonzados. No había sido producto del dialogo, sino de los más profundos delirios fanáticos del que busca destruir a la única democracia estable de Hispanoamérica.

Con el rechazo fresco en la mente, el nuevo acuerdo político obtenido en el Congreso  resultó en un Consejo Constitucional que poseerá 51 miembros, más un comité de 24 expertos que redactaran un borrador con 12 principios fundamentales inamovibles.

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