Para El Presidente uno de los problemas del país son las universidades públicas

El presidente Javier Milei volvió a embestir contra las universidades públicas luego del veto, en esta ocasión se expresó en referencia a que sólo son de utilidad para las clases medias altas y altas.
Realizó estas referencias en el acto por el cambio de nombre del ex Centro Cultural Kirchner (CCK), que pasa a llamarse Palacio Libertad Domingo Faustino Sarmiento.
Expresamente dijo “el mito de la universidad gratuita se convierte en un subsidio de los pobres hacia los ricos, cuyos hijos son los únicos que llegan a la universidad”.
“En un país donde la gran mayoría de los niños son pobres y no saben leer, escribir ni realizar una operación matemática básica, el mito de la universidad gratuita se convierte en un subsidio de los pobres hacia los ricos, cuyos hijos son los únicos que llegan a la universidad con los recursos, la cultura y el tiempo común para poder estudiar. La universidad ha dejado de ser una herramienta de movilidad social para convertirse en un obstáculo para la misma”.
Estos ataques del Presidente a las Universidades parecen englobarse en su estrategia de líder revolucionario que viene a romper el status quo de lo que los ciudadanos observan como preestablecido. Una posición en la que parece sentirse cómodo y le es funcional.
Sí el problema que se explica es que los jóvenes de clase media o baja no llegan a las universidades por un problema de alimentación o formación en las escuelas, la cuestión a resolver se encuentra en un ámbito anterior a las facultades atacadas mediáticamente, como son que los chicos puedan comer de forma sana y tener una formación de calidad en las escuelas.
Por lo tanto por una cuestión analitica es comprensible que la preocupación debe pasar porque los jóvenes puedan alimentarse sanamente y educarse en niveles de primaria y secundaria. Para que esto suceda se deben dar dos variables que parecen obvias desde un análisis de contexto, que las familias no estén en un nivel de pobreza como para que afecte a la alimentación de los menores y que la estructuras y recursos humanos de las escuelas puedan estar capacitadas para que los chicos realicen su preparación para las universidades o para su salida laboral.
Con este análisis que realizamos es difícil entender al Presidente cuando hace referencia del prócer Faustino Sarmiento, siendo el mismo el que dio inicio a en el país a tener una educación de calidad, luego de decir que Argentina necesitaba tres cosas, educación, educación y educación. Poner en orden las ideas en momentos de incertidumbre políticas podría ser beneficioso para el futuro.
Lo primero que se necesita para que lo jóvenes se alimenten correctamente es lograr que las familias dejen de ser pobres, al revés de lo que sucedió durante 2024, lo segundo es lograr mayor eficiencia del sistema educativo primario y secundario, algo en lo cuál el gobierno debe trabajar en conjunto con las provincias, de las cuales dependen las diferentes escuelas.
En relación a las auditorías en las facultades, Javier Milei dijo lo siguiente “Acá no está ni en juego la cuestión de la universidad pública y gratuita. No está en juego, no está en discusión, no es parte de la discusión. La parte de la discusión es que los recursos son escasos y bajo cualquier consigna siempre robar está mal. Por eso los queremos auditar. No porque queramos cerrar las universidades como le mienten a la gente, sino porque además la queremos cuidar, cuidando los recursos. Y para eso hay que auditarlas”
Mejorar la eficiencia y productividad de los diferentes órganos del estado aunque sean autárquicos ayudaría a que funcionen de mejor manera y los recursos que tienen asignados sean gastados correctamente, en esto parece de sentido común el pedido del Ejecutivo.
En conclusión el verdadero reto no está en cuestionar la existencia de la universidad pública, sino en fortalecer toda la cadena educativa para garantizar la igualdad de oportunidades desde la infancia.