Preocupación por el avance de la “barba de viejo”, una plaga nociva para los árboles: qué es y cómo controlarla
Un informe ha puesto en evidencia una creciente preocupación en Rosario y sus alrededores debido a la proliferación de la “barba de viejo”, una plaga que afecta severamente a los árboles. Este fenómeno es especialmente visible en localidades con mayor forestación como Funes y Roldán, donde la plaga cubre las ramas de los árboles, formando una especie de telón que los tapa por completo.
La “barba de viejo”, también conocida como “barba de enano”, es una especie de clavel del aire que se propaga de árbol en árbol principalmente por el viento, aunque también es transportada por aves que la utilizan para sus nidos, y por seres humanos que la trasladan por curiosidad o para fines decorativos.
Según los especialistas consultados, es crucial controlar esta plaga ya que impide la fotosíntesis de los árboles. “Es necesario controlarlas porque impiden la fotosíntesis”, advierten, añadiendo que la poda no es una solución efectiva. La “barba de viejo” afecta principalmente a especies exóticas como pinos y cipreses, que son las más invadidas.
El especialista entrevistado por Telenoche explicó que estas plagas cubren las hojas de los árboles como una sábana, bloqueando la luz necesaria para la fotosíntesis. Además, donde se fija, puede generar necrosis, la muerte de tejidos, afectando a veces ramas enteras. Aunque es poco frecuente que cause daños graves, se ha documentado que puede suceder.
Ángela Villademoros, ingeniera agrónoma, destacó la importancia de reducir la propagación natural de la plaga, donde el viento y las aves juegan un papel crucial, así como la intervención humana. Villademoros también señaló que algunas personas utilizan la “barba de viejo” para arreglos decorativos, lo que contribuye a su difusión.
En Rosario, es común encontrar publicaciones de personas que venden o regalan esta plaga para aromatizar espacios, lo que facilita su expansión, principalmente por acción del viento. “Es típica del sur de Estados Unidos”, apuntó la especialista, recomendando retirar la plaga sin podar.
Villademoros concluyó señalando que, al igual que otros tipos de clavel del aire, la “barba de viejo” constituye un factor de estrés adicional para los árboles urbanos, que ya enfrentan desafíos como la contaminación, la compactación del suelo y las intervenciones subterráneas.
Este informe subraya la necesidad de una acción concertada para controlar la propagación de la “barba de viejo” y proteger así la salud de los árboles en Rosario y sus alrededores.
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