En Vida Equivocada hablamos con Verónica Martínez, profesora de escuela técnica en Roldán, sobre cómo se está desarrollando la vuelta a clases presenciales.
“Los chicos de 6to vienen algunos días de la semana en grupos reducidos de 8 o 9 personas; hay dos días que hacen actividades de taller y los otros tres días hacen los espacios curriculares teóricos”, comenzó explicando Verónica.
Agregó que siempre se mantienen los mismos grupos, uno en planta alta y el otro en la baja, tratando de mantener la menor circulación posible dentro de los espacios comunes. Manteniendo distancia social, utilizando barbijo y tomando la temperatura al ingreso.
VACUNAS
Respecto al tema de la inoculación, Martínez comentó que “hay docentes que no están convencidos”.
“Yo nunca pregunté cuando tuve que llevar a vacunar a mis hijos de niños de dónde salía la vacuna, quién la había producido; si era china, japonesa o de Rusia”.
“Vos vas y vacunás a tus hijos contra la hepatitis, la polio, y no preguntamos demasiado de dónde vienen. En lo personal yo creo que es necesario, cuanto mayor cantidad de gente se vacune, más rápido esta pandemia se va a volver menos virulenta”, confió.
“Las vacunas han prevenido muchas enfermedades a lo largo de la historia de la humanidad, y no tienen tantos años; las primeras son de mediados del S. XX y han cambiado radicalmente la calidad de vida de las personas en todos los países. Son seguras, a pesar de lo que algunos grupos anti-vacunas creen; yo creo que lo son y que han salvado la vida a muchas personas”, afirmó.
“Cuando me llamen a vacunar voy a ir; no estoy entre los primeros en la cola, porque en el nivel secundario los docentes somos el cuarto grupo dentro de los cinco grupos de docentes que hay”.
Primero se van a vacunar los de nivel inicial, especial, los equipos de gestión (directivos) -que son quienes organizan las escuelas- y “los docentes de cátedra estamos en cuarto turno porque se supone que nuestros chicos son más grandes y es más fácil mantener la distancia con ellos; no es un niño de 4 años al que es más complicado explicarle, se supone que los adolescentes y los jóvenes tienen un poco más claro cómo cuidarse en el aula”.
La docente comparó el uso del barbijo con llevar zapatillas. “Es cuestión de acostumbrarse, son las nuevas reglas; la nueva normalidad”.
“Se lo tiene que poner, si se niega llamaremos a mamá que se lo lleve”.
“Esto es más complicado que no ponerte la remera del colegio, porque de última es una falta en la cual no ponés en riesgo a nadie; si no usás el barbijo ponés en riesgo a tus docentes y a tus compañeros“.
ASINTOMÁTICOS
“Eso no podemos manejarlo, por eso es importante que los docentes estemos vacunados, porque somos los que podemos mostrar síntomas más complicados; sería importante que estemos vacunados lo antes posible“.
“La virtualidad fue desgastante”, concluyó.